Por Sabine Seeger, Unidos por chile.

Si la política fuera fútbol

¿La fisura política que existe en nuestro país podría ser arreglada con este plebiscito?

Una nueva constitución es una vía para reparar esa fisura, que duda cabe. Pero también tenemos que tener en cuenta el ambiente político en que estamos, y quién domina el rayado de la cancha en este minuto.

Un paralelo con el fútbol, que a todos los chilenos nos gusta, nos sirve para entender un poco mejor el panorama político.

¿Hay jugadores con una buena voluntad política o vemos que en la cancha hay personas mediocres y/u obstruccionistas?

Cuando evaluamos tan mal a los jugadores no podemos pensar que ellos sean parte de la selección nacional. Lo mismo pasa con los cargos políticos.

Los partidos políticos ya están designando a sus constituyentes, y probablemente el ciudadano que no se sume a un partido le sea cuesta arriba participar por la cantidad de firmas y publicidad que requerirá para darse a conocer. Va a ser muy difícil que el ciudadano de a pie pueda ir a jugar el partido del nuevo rayado de cancha de la constitución.

¿Cambiando a los jugadores lograremos cambiar nuestro juego político? En vez de cambiarlos, quizás la mejor forma de enfrentar los problemas sea evaluando con más seriedad a nuestros jugadores, exigiéndoles seguir las reglas de un juego limpio.

¿Para erradicar la corrupción tenemos que destruir el juego de fútbol completo, no más fútbol en Chile? Podríamos instaurar una nueva regla fundamental como: Nunca más se jugarán partidos con público, todo por la violencia que hay en los estadios.

Un ejemplo concreto en el fútbol es el rol del VAR en el último partido Chile versus Uruguay. Es un recurso tecnológico muy avanzado y bueno para los árbitros, pero si éste actúa con sesgo o privilegia a una selección ¿el VAR cumpliría con el objetivo por el cual fue creado? Así mismo, los rayados de cancha como la nueva constitución no tienen la validez si no hay una intención de un juego limpio detrás.

La corrupción en el fútbol desmoralizó a toda la industria. Los casos de corrupción en todos los ámbitos, desmoraliza a las instituciones. ¿Es justo pensar que nuestras instituciones tienen que derribarse por completo y volver a construirse desde cero?

Por otro lado, no podemos permitir que la violencia de las barras bravas determine cómo se juega el partido. Queremos jugadores talentosos que tengan el apoyo en sus hinchas y estos hinchas apoyen a sus jugadores por sus méritos. Los jugadores necesitan incentivos claros y justos para poder desempeñarse bien en la cancha, requieren un ambiente tranquilo para dar lo mejor en un partido justo y en paz.

Quizás la forma de enfrentar los problemas que tenemos en nuestro país sea evaluando con más seriedad a nuestros jugadores, exigiéndoles seguir las reglas para poder jugar un buen partido. Siempre mirar para avanzar y colaborar con su público y no jugar por amores o intereses de tal o cual club. ¿Qué sacamos con meter jugadores nuevos si nosotros no estamos exigiendo que cumplan las normas básicas?

En Unidos por Chile creemos que con nuestro voto podemos volver a participar de un juego político más limpio, es por eso que llamamos a los ciudadanos a informarse sobre las distintas alternativas en este plebiscito sin entrar en falsas promesas llamadas por jugadores sin méritos. 


Fuente:  Unidos por Chile – Viernes 16 de octubre de 2020