Parte II: Aprender de la Crisis

Cómo sobrellevar el sentido de encierro y de qué manera mantener una efectiva conviciencia con los niños, son parte de las conductas que el especialista en psiquiatría Mateo Ferrer analiza para enfrentar esta situación de cuarentena.

3.- Sentido de encierro: esto puede provocar una serie de sintomatología de ansiedad e intranquilidad focalizado en las sensaciones corporales, que podrían llegar a vivenciar un sentido de vulnerabilidad de la salud física y mental, con temor a perder el control de sí mismo o de las circunstancias. En general, en estos casos, las personas aumentan la tendencia a la autoobservación de su cuerpo y la sensibilidad a cualquier sensación física percibida como fuera de lo común va a generar ideas hipocondríacas, que generan susto, angustia, magnificándose el sentido de encierro.

La ansiedad y sentido de intolerancia a la limitación de la libertad de movimiento, podría generar una exageración a las emociones negativas en busca que otros puedan tranquilizarlos. La imposibilidad de ser tranquilizados, por un lado, los lleva a manifestaciones de rabia hacia los que los rodean y, por otro, genera irritación y molestia en los que lo rodean, lo que lleva a que la desavenencia se vaya acrecentando y tensionando la relación interpersonal.

En estos casos es relevante aumentar las actividades que generen un estado de relajación corporal y mantener el sentido de que están disponibles o la mano las figuras de referencia afectivas, lo cual los tranquiliza. El aspecto relevante, no es que estén físicamente cerca, sino tener la vivencia de que están accesibles y en buenas condiciones física y emocionalmente.

El logro de un estado físico de tranquilidad se obtiene al mantenerse distraído, alejando la posibilidad de la toma de conciencia de que se está encerrado, ya que el encierro es vivido como sinónimo de vulnerabilidad y determina la vivencia que el tiempo pase más lentamente. Nuevamente la planificación de actividades del día facilita que esta condición sea más tolerable.

4.- Mantener la convivencia con los niños: los niños requieren jugar y atención a sus necesidades. La capacidad de comprensión es más bien limitada y esto dificulta aceptar la restricción a su libertad de movimiento. Hay varios aspectos importantes a considerar:

  • Explicar al niño sin atemorizarlo, dentro de sus capacidades de comprensión, las razones del encierro y de lo que significa un cambio de actividades.
  • Hay que tener un pull de actividades para realizar e incentivar las actividades autónomas. Los adultos deben comprender lo difícil que es para un niño mantenerse quieto y que deben ser creativos para entretenerlos y mantenerlos ocupados.
  • Evitar la manifestación de irritabilidad hacia los niños, ya que éstas provocan mayor irritabilidad en ellos y la activación de conductas disruptivas para estar en el foco del cuidado de los demás. Estas conductas suelen ser muy irritantes para los adultos, muchas veces reaccionan negativamente, perpetuando la dinámica disruptiva que facilita entrar en un ciclo conflictivo.


Fuente: Unidos por Chile – Colaboración: Mateo Ferrer, psiquiátra. – Sábado 04 de Abril 2020