¿Los chilenos se sentirán en desventaja con la Nueva Ley Migración?

La votación del proyecto de Ley Migración se ha centrado tanto en discutir, defender y respetar los Derechos Fundamentales como en la no discriminación de quienes buscan ingresar a nuestro país, afirmando que el Estado reconoce a los extranjeros con igualdad ante la ley, la plenitud de sus derechos laborales y el acceso a la salud y la educación preescolar, básica y media al igual que a todos los nacionales. También menciona que se promoverán los derechos humanos del migrante, su no criminalización y el debido proceso, y el derecho a la reunificación familiar, debiendo el Estado chileno promover la protección de la unidad de la familia.

Es consistente pensar que las personas que viven en su nación de origen y aquellas que salen al mundo persiguiendo metas o buscando nuevas oportunidades de vida, merecen dichas garantías, pero olvidamos cuestionarnos los deberes que como personas tenemos que cumplir y las normas que debemos respetar.

Creemos que es lícito preguntarse, por ejemplo: ¿Un migrante tendrá más derechos que un chileno según la nueva ley? ¿Los chilenos tendrán igualdad en esos derechos fundamentales?

Al no considerarse con claridad en este proyecto de ley: los deberes y el asumir mayores compromisos con extranjeros que llegarían en busca de trabajo a Chile que con los propios conciudadanos, los chilenos inevitablemente se sentirán en desventaja. He aquí la necesidad de que dicha ley regule los deberes que asume un extranjero que ingresa a nuestro país, dejando en claro el respeto de nuestras reglas e idiosincrasia.

No olvidemos que las leyes nacen con el objetivo de crear un marco que regule y garantice el funcionamiento de un sistema. Si hay algo que mejorar en las leyes, es que éstas sean justas. La Ley Migración se está centrando en los derechos del migrante, dejando en el aire sus deberes.

Para ser exitosa y bien recibida la nueva Ley Migración necesita incluir deberes y derechos de los migrantes, como ya planteamos, y a su vez garantizar la incorporación de extranjeros de acuerdo a nuestras capacidades sociales, educacionales y laborales, preferentemente. Nosotros planteamos que se estudie una fórmula objetiva que entregue  información en torno a la cantidad de personas que podemos sumar a nuestro sistema público y la cantidad de oferta laboral. Así abrir cupos de inmigración para cumplir con las expectativas del migrante y los derechos que les ofrecemos, entregándole las mismas oportunidades que a nuestros compatriotas y del mismo modo, protegiendo que la migración no limite los derechos de los chilenos y migrantes nacionalizados, sobretodo en lo que se refiere a oportunidades laborales, de educación y salud.

Falta seriedad y apertura en la discusión en torno a la inmigración. Querer hacer énfasis en argumentos como que un grupo busca “cerrar las puertas porque sí”, es solo un intento para desestabilizar las alicaídas instituciones gubernamentales y polarizar aún más a las personas. Se necesita tomar en consideración todas las variables para cumplir tanto con las expectativas del extranjero como de los habitantes de nuestro país. Sólo así lograremos una buena convivencia ciudadana, intercambio cultural, y entrega de mejores servicios y oportunidades para todos.


Fuente:  Unidos por Chile- Martes 29 de septiembre de 2020