Por Ricardo Escobar.
Fundador de Unidos por Chile.

Héroes y Villanos

Pero no es solo en Facebook o Twitter que abunda la mentira y la villanía. También los vemos cada día con desilusión en el Congreso, cuando con descaro diversos parlamentarios promueven ideas ( las más inconstitucionales) que saben que solo suenan bien, soluciones simplonas para problemas complejos, que tienen claro que sólo causarán daño.

En días de invierno la abuela Irene nos contaba cuentos. Algunas eran historias clásicas otras eran inventadas por ella. Mi hermano Pedro y yo la escuchábamos absortos, calladitos. Todas esas historias siempre tenían un conflicto fácil de percibir, en el que algunos personajes eran los defensores de valores apreciados, los héroes del cuento. Aprendíamos así de la lealtad, la generosidad, el valor, la compasión. Por el otro lado, estaban los personajes detestables, los que representaban la mezquindad, la bajeza, la cobardía.

En esta cuarentena vienen a la memoria esos días. No solo porque contar cuentos es una buena forma de entretener niños cuando hay tantos padres abrumados porque no saben qué hacer para tenerlos tranquilos, sino también por la forma en la que uno puede reconocer a esos héroes y villanos en lo que pasa en Chile y el mundo. Algunos fuimos afortunados y tuvimos abuelos y padres que nos enseñaron a reconocerlos con esas historias y con su ejemplo de vida. Otros tuvieron menos suerte, no saben distinguirlos. En tiempos de escandalosa mentira por las redes sociales mucha gente parece confundida por lo que ve, lee o escucha.

Pero no es solo en Facebook o Twitter que abunda la mentira y la villanía. También los vemos cada día con desilusión en el Congreso, cuando con descaro diversos parlamentarios promueven ideas ( las más inconstitucionales) que saben que solo suenan bien, soluciones simplonas para problemas complejos, que tienen claro que sólo causarán daño. Pero buscan precisamente eso, quedar bien frente al público haciendo pagar a los parlamentarios más responsables o el gobierno el precio de tener que rechazar las medidas irresponsables o inconstitucionales. Así ganan, o eso creen, alguna vana y fugaz popularidad, con la ambición de poder llegar al poder.

Triste espectáculo. Cuando más unidad, responsabilidad y sentido común, necesitamos como país para sortear una época trágica, en la que tendremos que sufrir muerte, enfermedad, destrucción de empresas, trabajos y sueños. Precisamente, en la hora más oscura, comportarse como lo han hecho, es la traición que los revela. Nos muestran qué se puede esperar de ellos si alguna vez llegan al poder. Sin lentejuelas ni adornos, vemos con claridad su villanía.

Del otro lado en esta historia estamos viendo a los héroes. Miles de personas que trabajan arduamente para seguir adelante, para dejar a nuestro país en el mejor pie posible dentro de la gravedad de la situación. Desde los que siguen recolectando la basura, hasta los carabineros que tras meses de insultos y ataques están allí, ayudando y cumpliendo. Los transportistas, que a riesgo de su salud personal siguen llegando con lo que necesitamos. Los funcionarios de la salud, que siguen en sus puestos. Los puertos, las panaderías, los supermercados, los profesores a distancia, millones de héroes a los que tenemos que aplaudir.

Y desde luego al gobierno y algunos parlamentarios de ambos lados, que en el medio de la crisis política más grave de los últimos 40 años, han debido recomponerse para enfrentar una catástrofe para la que nadie en el mundo estaba preparado. Con algunos errores, como es obvio, pero principalmente con aciertos, con trabajo y riesgos personales enormes, siguen allí, inventando día a día la mejor manera de usar los recursos disponibles, disminuir las pérdidas económicas y sociales. No es fácil, sobre todo porque los villanos han hecho lo posible porque fracasen en la historia, aún a costa de millones de chilenos.

A todos los héroes de Chile vaya el aplauso y reconocimiento. Ojalá más y más chilenos podamos verlos y unirnos tras su ejemplo. De ello dependerá nuestro éxito o fracaso como sociedad en el mundo que viene.


Fuente: La Tercera – Lunes 13 de Abril 2020